Atención: este es solo el objetivo de esta dieta, no necesariamente su resultado. Los resultados varían según la persona. Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier otra) dieta.
La Dieta de Atención Plena es una forma de pensar sobre la alimentación. Se trata de ser consciente de lo que comes y por qué lo comes. La idea es que solo comas o bebas cuando realmente lo necesites y dejes de hacerlo cuando estés satisfecho. Nunca comas ni bebas sin pensar.
En la página de inicio puedes comparar esta dieta con otras dietas.
[Adwords item: Display-ad vierkant]
Según los inventores de esta dieta, tomamos unas 250 decisiones sobre nuestra alimentación cada día. Estas decisiones se basan en diferentes tipos de hambre (o apetito), que a menudo no implican que realmente necesitemos comer o beber. Podemos comer o beber por aburrimiento, por estrés o de forma rutinaria. La atención plena nos ayuda a ser conscientes de esto para evitar comer en exceso.
La dieta distingue entre hambre ocular, nasal, bucal, estomacal, celular, cerebral y cardíaca. Estos tipos de hambre están relacionados con los sentidos y las emociones. El objetivo es que seas consciente de tener estos tipos de hambre y que los sacies al comer o beber.
Cada vez que sientas hambre, piensa primero con calma si realmente necesitas algo (o si quieres comer porque estás aburrido, por ejemplo). Si decides comer, comerás conscientemente: ingerirás la comida correctamente, observándola y prestando atención a su sabor y olor, entre otras cosas.
[Adwords item: Display-ad vierkant]
Se han escrito varios libros sobre esta dieta. Hemos recopilado una selección de enlaces a anuncios de Amazon, Apple y libros electrónicos de dichos libros:
Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier) dieta.
Muévete a tu propia discreción
Con la ayuda profesional de un dietista le resultará más fácil alcanzar sus objetivos. Póngase en contacto con un dietista de su zona o hable con un médico antes de empezar cualquier dieta.
Tenga en cuenta que la mayoría de las dietas no tienen base científica.
Consulte a su médico o dietista antes de empezar una dieta, sobre todo si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares o renales.